El sector turístico del país experimentó una mejoría a partir de agosto del 2016, luego de las secuelas que dejara la reactivación del volcán Cotopaxi en el 2015, el terremoto del 16 de abril y el zika. El feriado por el 10 de Agosto, la cumbre de Hábitat III y los cinco días de asueto a inicios de este noviembre cambiaron la cara de un sector que se mostró alicaído durante el primer semestre del año. Para este sector, los eventos naturales no fueron los únicos que incidieron en la reducción de visitas, que se observan desde diciembre del 2015. Operadores y dirigentes creen que precios altos en los servicios y pasajes aéreos también repercutieron en esta situación. Así lo afirma Evelyn Vaca, de la operadora Ceiba Tours. “La industria ha tenido que luchar con retos muy grandes para subsistir, como la devaluación de las monedas en Colombia y Perú, lo cual nos hizo un país caro para visitar”. Richard Dávila, presidente de la Asociación Nacional de Operadores de Turismo Receptivo, sin precisar datos cree que tras Hábitat III y el último feriado sí hubo una mejoría, aunque no como se esperaba. “Hábitat ayudó a Quito, pero para nosotros no hubo mayor ganancia. Aunque creemos que quienes vinieron, volverán con sus familias al país”. Dávila reiteró que el factor que más influyó en la disminución de compras de paquetes a inicios y mediados del 2016 fueron los precios altos en boletos aéreos. En ellos se incluyen valores como el impuesto del 5% por la Salida de Divisas y la contribución Potencia Turística (USD 10 por cada boleto). A eso, agregó, se suma un subsidio al combustible de avión que se suprimió en el 2015 y cuyo costo también se incluyó en los boletos. Según datos del portal de cifras turísticas del Ministerio de Turismo, los extranjeros que dejaron de llegar al país en lo que va del año han sido básicamente de Colombia y Perú. Y así lo reconoció el ministro, Fernando Alvarado, en octubre pasado, cuando se desarrollaba Hábitat III. “Efectivamente nos volvimos un país más caro que nuestros vecinos... Los estadounidenses no han dejado de visitarnos, algo que no sucedió con los colombianos y peruanos”. Este Diario solicitó a la Dirección de Comunicación del Ministerio de Turismo, mediante correo electrónico y telefónicamente, datos actualizados hasta el 13 de noviembre del 2016 y una entrevista con algún vocero de la entidad; pero hasta el cierre de esta edición no llegaron las cifras. El terremoto fue una de las principales causas que incidió en una escasa ocupación después de abril, afectando directamente a Manabí y Esmeraldas. Tras el evento natural y hasta inicios de agosto pasado, en todo el país se registró una caída de la ocupación de hasta el 40% de los sitios de hospedaje a escala nacional, según José Ochoa, presidente de la Asociación de Hoteles del Ecuador. En ese mismo período, otra provincia afectada fue Azuay, por el cierre de las calles céntricas de Cuenca debido a la construcción del tranvía y un aeropuerto inhabilitado durante un mes. Esta situación mejoró tras el feriado por el 10 de Agosto, cuando hubo 939 000 viajes a escala nacional y una dinamización de cerca de USD 46 millones. En esa ocasión, la Costa fue la región más visitada. Luego, los beneficios de Hábitat III, que se desarrolló del 15 al 20 de octubre pasado, se evidenciaron en el sector turístico de Quito. Según cálculos de Quito Turismo, durante Hábitat se registró la llegada de unos 12 000 extranjeros. De las 14 680 habitaciones disponibles en la ciudad se ocupó el 94%. Quienes salieron para hacer turismo solo visitaron los alrededores. El turismo receptivo también mejoró en octubre, cuando arribaron 121 005 personas, un aumento del 3% respecto al mismo período del 2015. Y tras el feriado de cinco días, que se desarrolló entre el 2 y 6 de noviembre pasados, el turismo interno se reactivó. En esos días se registraron 1,3 millones de viajes con un movimiento económico de USD 78 millones (78% más que en el mismo feriado del 2015). “El feriado fue excelente. Los ganadores fueron Azuay, Tungurahua, Esmeraldas y Manabí”, contó Holbach Muñetón, presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Turismo (Fenacaptur). Una alta demanda de hospedaje en Manabí o Baños (en Tungurahua) se vivió también en Cuenca. Según el presidente de la Asociación Hotelera del Azuay, Juan Pablo Vanegas, si bien el último feriado fue la mejor época del año, la ocupación, promedio, en hoteles de Cuenca fue del 85%, cuando en años anteriores fue del 100%”. 

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